Dov Charney, la caída del rey de la moda "porno chic" de American Apparel

  • Redacción
  • BBC Mundo
Dov Charney

Fuente de la imagen, AP

Pie de foto, El fundador de American Apparel siempre ha sido un personaje polémico.

Durante cerca de una década las prendas básicas de algodón de estilo retro y la publicidad hipersexualizada de la marca estadounidense American Apparel han conquistado a los jóvenes hipsters de medio mundo.

Este lunes se supo que la compañía se ha declarado en bancarrota ante la imposibilidad de pagar a sus acreedores, con unas deudas que superan los US$300 millones.

En diciembre pasado, el presidente y fundador de American Apparel, Dov Charney, fue despedido por el consejo de administración de la empresa, debido a los malos resultados económicos obtenidos en los últimos años y a las polémicas sobre presunto acoso sexual en las que se ha visto involucrado.

En junio de 2014 el consejo de administración de la compañía -cuya sede central se encuentra en la ciudad californiana de Los Ángeles- anunció la suspensión de Charney del organismo, debido a "una investigación en curso sobre una presunta conducta inapropiada".

Para muchos la caída en desgracia del fundador de American Apparel no ha sido una sorpresa.

Pese a que nunca fue condenado, en los últimos años han sido varias las empleadas y modelos que han presentado demandas por acoso sexual contra él.

Según relatos de los que trabajan con él, le gustaba pasearse en ropa interior o incluso sin ella por las oficinas de su compañía.

Además, los resultados de la marca no han dejado de empeorar en los últimos años, registrando unas pérdidas de más de US$100 millones en 2013 y necesitando un año antes una inyección de liquidez de US$80 millones del multimillonario George Soros para evitar la bancarrota, que finalmente llegó este lunes.

"Made in USA"

Tienda de American Apparel

Fuente de la imagen, Getty

Pie de foto, American Apparel tiene más de 200 tiendas y 10.000 empleados en todo el mundo.

Dov Charney, de 45 años, nació en la localidad canadiense de Montreal y estudió en la Universidad Tufts, cerca de Boston (noreste de EE.UU.), iniciándose en la venta al por mayor de camisetas a fines de los 80 desde la habitación de la residencia estudiantil en la que vivía en aquella época.

En 1997 trasladó su negocio a Los Ángeles, haciendo que American Apparel se convirtiera en una de las marcas más más respetadas del sector gracias a su política del "Made in USA" (fabricado en EE.UU.).

A diferencia de lo que hicieron otras empresas del textil que decidieron deslocalizar a Asia la fabricación de sus prendas en busca de mano de obra barata, Charney apostó por producir sus vestimentas en suelo estadounidense, pagando a sus empleados -muchos de ellos inmigrantes hispanos- un sueldo decente y proporcionándoles un seguro médico y otros beneficios.

Fue en 2003 cuando American Apparel abrió sus primeras tiendas. La enorme popularidad que la marca alcanzó entre los jóvenes alternativos de EE.UU. y Europa tuvo mucho que ver con su publicidad, basada en lo que los franceses llaman "porno chic".

Se trata de imágenes sin editar de alto contenido sexual en las que aparecen jóvenes con poca ropa y posturas sugerentes que son reminiscentes del cine pornográfico de los años 70.

Si bien esta estrategia publicitaria funcionó para captar clientela, también hizo que Charney -quien ha aparecido en ropa interior alguno de los anuncios de su compañía- fuera objeto de numerosas críticas, especialmente después de que varias de sus empleadas presentaran en su contra demandas por acoso sexual.

Anuncio de American Apparel

Fuente de la imagen, Reuters

Pie de foto, La publicidad de American Apparel suele tener un alto contenido sexual.

Pese a que Charney nunca ha sido condenado, estas acusaciones, junto con denuncias por presunto maltrato de algunos de sus empleados y por el uso de insultos homofóbicos y racistas, fueron dañando la reputación de la compañía, que también se vio afectada por un descenso de ventas que coincidió con el estallido de la crisis financiera de 2008.

Ni la buena imagen de American Apparel por su política del "Made in USA" quedó a salvo después de que en 2009 las autoridades estadounidenses descubrieran que la compañía tenía a cientos de indocumentados trabajando en sus fábricas.

Los nuevos gestores de American Apparel llevaban meses trabajando para intentar salvar la empresa de la bancarrorrota, algo que ha resultado imposible.

Ahora los acreedores de la compañía se harán con el control de la misma al intercambiar sus préstamos por acciones.

Algunos analistas creen que será difícl evitar que se cierren algunas de las más de 200 tiendas que la compañía tiene en más de 20 países y que dan empleo a unas 10.000 personas.

Tras conocerse la noticia de la salida de Charney, las acciones del frabricante textil se revalorizaron un 17%.

Fuente de la imagen, Reuters

Pie de foto, Tras conocerse la noticia de la salida de Charney, las acciones del frabricante textil se revalorizaron un 17%.