Autoridades mexicanas confirman la captura de "El Gafe", uno de los líderes del cartel del Golfo
- Redacción
- BBC Mundo
Fuente de la imagen, El Manana
Las autoridades mexicanas confirmaron el sábado la detención de José Tiburcio Hernández Fuentes, alias "El Gafe", que tuvo lugar el día anterior en Reynosa, en el estado norteño de Tamaulipas.
La ciudad, ubicada cerca de la frontera con Estados Unidos, fue escenario el viernes de violentos enfrentamientos entre hombres armados y la policía federal que se extendieron durante horas y dejaron tres muertos.
En conferencia de prensa el comisionado de Seguridad Nacional, Monte Alejandro Rubido, indicó que Hernández fue capturado junto con otras tres personas.
Hernández fue identificado como "el responsable e impulsor de la violencia generada desde febrero de este año en la ciudad de Reynosa".
Fuentes del gobierno federal le dijeron a BBC Mundo el viernes que los bloqueos y enfrentamientos que sacudieron Reynosa el viernes fueron una reacción a la captura de El Gafe.
Se informó que El Gafe era jefe de Los Metros, una de las agrupaciones del cartel del Golfo que controla Reynosa y que intenta dominar esa ruta del narcotráfico hacia Estados Unidos.
Por Tamaulipas corren varias de las principales rutas de tráfico de drogas del país, por lo que el estado es disputado con regularidad por carteles rivales y es una de las zonas más violentas de México.
"Situación de alto riesgo"
Ante la situación de violencia que se registró en las calles de Reynosa, las autoridades del estado nororiental emitieron una alerta de "semáforo rojo" que urgió a los residentes a evitar salir de sus hogares debido a los bloqueos y los tiroteos.
Fuente de la imagen, El Manana
"Contingencia con alta situación de riesgo en uno o varios puntos de la ciudad", alertó el gobierno de Reynosa en su cuenta en Twitter en la tarde del viernes.
En imágenes que circularon en medios locales y redes sociales se observaban vehículos incendiados y helicópteros sobrevolando la ciudad de unos 600.000 habitantes.
El diario El Mañana de Reynosa informó que la "serie de bloqueos" comenzó sobre las 14:30 hora local (19:30 GMT).
"Se reportaron algunos camiones del transporte público y vehículos particulares incendiados por miembros de organizaciones delictivas", señaló la publicación.
Medios estadounidenses, en tanto, aseguraron que los cruces fronterizos de Pharr y Anzaldúas fueron cerrados temporalmente en dirección a México como una medida de precaución.
A última hora de la noche, la Secretaría de Gobernación informó que el ejército y la Policía Federal detuvieron a varios miembros de "un grupo delincuencial que opera en Reynosa", sin identificarlo.
Según esa información, en la operación murieron tres "civiles armados" y dos policías resultaron heridos.
Advertencia estadounidense
El consulado de Estados Unidos en la ciudad de Matamoros (90km al este de Reynosa), que supervisa los asuntos consulares en Reynosa, instó a los estadounidenses a "extremar las precauciones y permanecer puertas adentro".
El Departamento de Estado de Estados Unidos había emitido el 13 de abril una alerta de viaje a 20 estados mexicanos.
Las autoridades instaron a sus ciudadanos a evitar todo viaje "no esencial" en el estado de Tamaulipas.
El gobierno estadounidense advirtió que en la zona los crímenes violentos, incluyendo homicidios, robos a mano armada, hurtos de coches, secuestros, extorsiones y ataques sexuales "plantean riesgos de seguridad significativos".
"La capacidad estatal y municipal para aplicar la ley es de limitada a inexistente", sentenció el Departamento de Estado.
Cartel del Golfo
Según especialistas, detrás de la violencia en Tamaulipas existe una cruenta disputa de los carteles del Golfo y Los Zetas, antes aliados, por controlar el territorio, un punto de entrada estratégico a nivel comercial con Estados Unidos.
El Cartel del Golfo se había visto debilitado recientemente por la detención de varios líderes incluyendo a Mario Armando Ramírez Treviño, conocido como X-20, en agosto de 2013.
Lo que ahora se conoce como Cartel del Golfo es una de las organizaciones de narcotráfico más antiguas del país.
Fuente de la imagen, El Manana
Sus primeras etapas se ubican en la década del 30, cuando traficaban alcohol y opio a Estados Unidos por la frontera de Tamaulipas y Texas, su tradicional zona de influencia.
Durante décadas el grupo mantuvo un perfil bajo, hasta la década de los 60 cuando estableció rutas de contrabando de mercancías desde Estados Unidos hacia México. El líder de esa etapa fue Juan Nepomuceno Guerra.
En esos años, el gobierno virtualmente cerró su frontera a la importación de aparatos electrónicos, pasta dental, automóviles y perfumes –entre otros muchos productos– que la organización de Guerra proveía al mercado mexicano.
El perfil del grupo se modificó cuando el tráfico de drogas se intensificó por México, a partir de 1975 cuando llegaron los primeros embarques de cocaína.
La banda mezcló sus enseres de tráfico: autos, electrodomésticos y ropa del norte al sur, y drogas en sentido contrario.
La etapa del "Mata amigos"
Sin embargo, la primera transformación se presentó cuando México se abrió al comercio internacional: importar televisiones o perfumes extranjeros dejó de ser un delito.
Fuente de la imagen, El Manana
El Cartel del Golfo –bautizado así por la agencia antidrogas estadounidense, la DEA– aprovechó entonces sus viejas rutas para sólo llevar droga al norte.
Por esos tiempos su líder era Juan García Abrego, sobrino del fundador quien consiguió una importante cobertura política a la organización.
El capo fue detenido en 1996, y después de una cruenta batalla, Osiel Cárdenas Guillén, conocido como El Mata Amigos o El Costroso, obtuvo el control de la organización.
Fue el inicio de la etapa más violenta del cartel. Cárdenas reclutó como su guardia personal a desertores de fuerzas especiales del ejército, que fueron la semilla de lo que hoy se conoce como Los Zetas.
El grupo se dividió en 2010. La ruptura se unió a la intensa batalla con otros carteles por el control de las rutas de narcotráfico en la frontera.
Una guerra que entre 2006 y 2014 ha causado en México la muerte a unas 100.000 personas, según datos oficiales.
