Egipto libera y deporta al periodista australiano Peter Greste

  • Redacción
  • BBC Mundo
Peter Greste

Fuente de la imagen, EPA

Pie de foto, Peter Greste había sido condenado a siete años de cárcel.

La agencia de noticias estatal de Egipto afirmó que el periodista australiano de la cadena al Jazeera, Peter Greste, ha sido liberado y deportado del país.

Greste subió en un avión con destino a Chipre, aunque se cree que su destino final es Australia.

Greste fue detenido junto con otros dos periodistas en diciembre de 2013, acusado de falsificar noticias y ayudar a los Hermanos Musulmanes, organización prohibida en el país, tras el derrocamiento del presidente Mohammed Morsi a manos de los militares.

Los reporteros han asegurado que simplemente informaban sobre los Hermanos Musulmanes.

Greste, de 48 años, fue condenado en junio pasado a siete años de cárcel.

La corresponsal de la BBC en El Cairo, Orla Guerin, explicó que la ley egipcia exige que los deportados bajo estas circunstancias deben culminar sus condenas en su país de origen o ser juzgados de nuevo allí, pero no está claro si las autoridades australianas acordaron eso.

Otros periodistas detenidos

Al Jazeera aplaudió la liberación de Greste, pero pidió que sus dos colegas, el egipcio Baher Mohamed y el egipcio-canadiense Mohamed Fahmy, sean también liberados.

Fuentes presidenciales egipcias explicaron que Fahmy será deportado a Canadá una vez se cancele su nacionalidad egipcia, pero este extremo no ha sido confirmado.

Mohamed Fahmy, Baher Mohamed y Peter Greste

Fuente de la imagen, Al Jazeera. BBC

Pie de foto, Mohamed Fahmy, Baher Mohamed y Peter Greste fueron detenidos en diciembre de 2013.

Greste, un excorresponsal de la BBC, estuvo 400 días preso y su detención generó una campaña internacional para forzar su liberación.

Su familia pidió a comienzos de año que fuera deportado a Australia.

El mes pasado un tribunal en El Cairo ordenó que se realizara un nuevo juicio descartando la condena original.

La cadena al Jazeera había asegurado que las sentencias contra los periodistas "desafían la lógica, el sentido y cualquier apariencia de justicia".

Por su parte, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, las definió como "obscenas y una completa tergiversación de la justicia".