Policía, pastelero, inventor y estrella pop: la "doble vida" de cuatro futbolistas

El fútbol es un mundo de pasiones, en el que se vive en torno a un balón.

Y es común ver a jugadores que tras terminar su carrera siguen ligados de una forma u otra al deporte.

Entrenadores, representantes, analistas, periodistas, comentaristas, directivos, delegados y hasta embajadores. Las alternativas son muchas.

Pero en ese mar de futbolistas hay excepciones: jugadores para los que el fútbol no lo es todo y tienen que compaginar sus labores dentro del campo con una vida paralela alejada de la pelota.

BBC Mundo te muestra cuatro de estos casos.

El policía

Pocos jugadores han tenido la capacidad de transformación del holandés Arjan de Zeeuw, robusto defensor que jugó la mayor parte de su carrera en el fútbol inglés.

De Zeeuw pasó de proteger la portería de su equipo a defender a la ciudadanía en Holanda como detective.

"Me tomó un año para saber que venía después. Lo que más extrañaba de mi vida como futbolista era estar con mis compañeros, lo divertido que era", recordó al programa de la BBC, Sportshour.

"A raíz de mis estudios de medicina fue que decidí hacer algo completamente diferente. Estaba consciente de mi lugar en la sociedad y pensé que sería una buena oportunidad de hacer algo para que el mundo fuera un mejor lugar. Fue así que me enrolé en la policía".

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"En ambos sitios se trabaja bajo presión. En uno porque estás frente a miles de personas y en el otro cuando estás con sospechosos. También hay un gran trabajo de equipo. Como policía eres tan bueno como tu colega ya que no puedes hacer nada sólo".

"Me he enfrentado a sospechosos que me han reconocido y eso me ha ayudado. Facilita la relación con ellos ya que se sienten más cómodos para entablar una conversación. Está claro que mi carrera anterior me ha abierto un poco la puerta".

Maximilian Beister comenzó este año una nueva aventura con el club Mainz de la Bundesliga, tras desarrollar su carrera de jugador con el Hamburgo.

Pero además de pegarle bien a la pelota, este joven delantero de 24 años tiene otras inquietudes, lo que lo llevaron a inventar el dispositivo llamado Snax Cup.

"Todo el mundo ha sufrido el problema de tener algo para comer y una bebida en las manos pero también necesitar una mano libre para tomar el teléfono o mostrar una entrada en el estadio o en el cine", explicó a la BBC.

"Lo probamos en algunos partidos en la Bundesliga y causó grata impresión. Mucha gente nos ha llamado de varias partes del mundo que están interesados en el Snax Cup".

"La gente se sorprendió de que yo estaba detrás de este invento. Yo quiero hacer más cosas que sólo jugar fútbol. Me gusta inventar cosas divertidas, especialmente después de una larga lesión que sufrí. Nunca sabes cuándo se acabará tu carrera de futbolista y quiero estar preparado".

El pastelero

Mamady Sidibe se retiró oficialmente este año, pero desde 2014 su vida tomó un camino paralelo muy alejado del mundo del balón.

El exinternacional con Mali abrió una pastelería, con aroma francés, en Stoke, ciudad ubicada en el norte de Inglaterra en la que jugó la mayor parte de su carrera profesional.

"Decidimos comenzar con la pastelería porque no habían muchas alrededor de aquí y a todo el mundo le gustan los pasteles, en especial los franceses", dijo el defensor a la BBC.

"Es algo que disfruto y que me da orgullo ver cuando las personas entran y disfrutan de un café y de un buen pastel. El fútbol no dura para siempre y es bueno hacer algo diferente".

Estrella de pop

Ser un futbolista es en la actualidad como ser una estrella, pero hay uno que literalmente lo es.

Kevin Walker se convirtió en un ídolo de la canción cuando ganó la versión sueca de Pop Idol y este año juega en la máxima categoría de fútbol del país nórdico con el Djugardens.

"Se trata de lo que haces con tu tiempo libre. Yo me siento en el piano o toco la guitarra", contó Walker a la BBC.

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"Tratar de combinar las dos carreras ha sido lo más difícil y me ha llevado a ser mejor persona lejos del fútbol".

"Aprendí mucho sobre mí, estar bajo presión, frente a una cámara con millones de personas viéndote. En el campo estas con un equipo, todos trabajando para el mismo objetivo y no estás sólo. Parado allí te sientes desnudo".