Benedicto XVI expulsó a cerca de 400 sacerdotes por abuso a menores

  • Redacción
  • BBC Mundo
Papa Benedicto XVI

Fuente de la imagen, Osservatore Romano

Pie de foto, Benedicto XVI tomó el timón cuando el escándalo del abuso sexual por parte de sacerdotes se hizo público.

La Santa Sede reconoció que el papa Benedicto XVI expulsó entre 2011 y 2012 a cerca de 400 sacerdotes por asuntos relacionados con abuso sexual a menores.

La cifra supone un fuerte aumento respecto a los sacerdotes a los que se les había prohibido ejercer su ministerio en años anteriores, de acuerdo con un documento obtenido por la agencia Associated Press, AP.

Las estadísticas son parte del informe que funcionarios del Vaticano proporcionaron a miembros de la comisión de Naciones Unidas esta semana en Ginebra.

Hasta ahora, el Vaticano sólo había reportado la cifra de presuntos casos de abuso sexual.

La Iglesia Católica ha sido acusada de encubrir el abuso sexual de los clérigos, cambiando el destino de los que estaban envueltos en abusos sin hacer la correspondiente denuncia ante las autoridades civiles.

"La vergüenza de la Iglesia"

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo inicialmente que el informe se había basado en una lectura errónea de los datos.

Pero posteriormente se retractó de su declaración y le confirmó a la BBC que la noticia era correcta.

Las estadísticas revelan que el número de sacerdotes excomulgados en 2011 y 2012 fue más del doble de los 171 sacerdotes que expulsó en 2008 y 2009, cuando el Vaticano proporcionó una cifra por primera vez.

El Vaticano también envió otros 400 casos, bien para que sean juzgados por un tribunal eclesiástico o para ser tratados administrativamente.

Benedicto XVI, que fue elegido en 2005, se puso al frente del asunto cuando el escándalo del abuso sexual infantil por parte de sacerdotes se hizo público.

La avalancha de denuncias, demandas e informes oficiales sobre el abuso clerical alcanzó un pico en 2009 y 2010, lo que, dicen los observadores, podría explicar el alza mostrada en el documento.

La Santa Sede es signataria de la Convención de las Naciones sobre los Derechos del Niño, un instrumento jurídicamente vinculante que la compromete con la protección y el cuidado de los más vulnerables de la sociedad. En 1990 ratificó la Convención pero, tras un informe de ejecución presentado en 1994, no presentó ningún otro informe hasta 2012, luego de las revelaciones de abuso sexual infantil en Europa y otros lugares.

El mes pasado, el Vaticano rechazó dar datos sobre el abuso hecha por el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, bajo el argumento de que sólo liberaría esa información si así se lo solicitaba otro país, en el marco de un procedimiento judicial.

En la homilía del jueves, el sucesor de Benedicto XVI, el papa Francisco, calificó los escándalos por abuso sexual como "la vergüenza de la Iglesia".

Francisco anunció en diciembre que un comité del Vaticano se establecería para combatir el abuso sexual infantil en la Iglesia Católica.