La belleza del hielo de Groenlandia
- Ciencia
- BBC Mundo, @bbc_ciencia
En algún momento en medio de una tormenta de nieve, con un arma en una mano y una pala en la otra, Murray Fredericks se dio cuenta de que el riesgo no valía la pena.
"Estaba muy mal preparado", le dice a la BBC este fotógrafo australiano al rememorar su primer viaje a Groenlandia.
"Al final, pasé dos semanas solamente tratando de sobrevivir".
El proyecto comenzó 2010 y, después de seis viajes, este artista de 44 años produjo Topophilia, una muestra de fotografías y videos que presenta los frutos de sus visitas a este gélido rincón de la tierra.
Fredericks se aventuró solo en su primer viaje a Groenlandia. Sólo contaba con un guía que lo ayudaba por teléfono.
En dicho viaje, casi pierde la vida en medio de una intensa tormenta que se prolongó por cuatro días.
Su guía le informó por teléfono que otros dos exploradores estaban siendo perseguidos por osos polares y le recomendó quedarse en la carpa, con el arma a mano por si era necesario defenderse.
Pero no fue posible seguir a pie juntillas las recomendaciones de su guía. Fredericks se vio obligado a salir a la intemperie con temperaturas que rondaban los 50º bajo cero cuando su carpa comenzó a colapsar bajo el peso de la nieve.
Los investigadores, reconoce Fredericks, tienen una visión muy diferente a la de los artistas. "Cuando es arte, no se justifica tomar riesgos", dice.
Los padres de Fredericks no querían que su hijo se dedicase a la fotografía. Querían que estudiase abogacía o medicina. Pero esto no lo detuvo a la hora de perseguir su sueño.
Durante una de sus travesías, Fredericks se cruzó con un explorador que lo llevó hasta una antigua estación de radar abandonada.
La estación es una de una decena de estaciones construidas en los años 50 entre Islandia y Alaska para que Estados Unidos pudiera recibir una alarma temprana en caso de un ataque soviético.
Tras haber fotografiado el desierto y el hielo, Fredericks cree que su próximo proyecto estará centrado en los incendios forestales.