Ramón Muchacho, exalcalde opositor de Chacao: "Cualquier acción que pueda traer democracia y libertad a Venezuela va a ser mejor que seguir en esta agonía"

  • Ángel Bermúdez
  • BBC Mundo
Ramón Muchacho ve a Venezuela en un callejón sin salida.

Fuente de la imagen, BBC MUNDO

Pie de foto, Ramón Muchacho ve a Venezuela en un callejón sin salida.

Uno de los cinco alcaldes de la oposición condenados por el Tribunal Supremo de Justicia en medio de la ola de protestas contra Nicolás Maduro, Ramón Muchacho, ve a Venezuela en un "callejón sin salida".

Ya exalcalde de Chacao (centro de Caracas), para Muchacho lo peor que le puede pasar a su país es que "la dictadura de Maduro se perpetúe en el poder". "Y lo segundo peor sería una intervención militar extranjera", como la que dijo no descartar el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Muchacho habló con BBC Mundo en Miami, donde se exilió esta semana luego de haber sido condenado a 15 meses de prisión por no impedir en Chacao las protestas contra el gobierno de Maduro, que ya se han cobrado más de 120 muertos en cuatro meses.

A continuación, parte de la transcripción de la entrevista que le concedió Muchacho a BBC Mundo en Miami.

Título del video, Entrevista con Ramón Muchacho, exalcalde opositor de Chacao
li

Cuatro meses y más de cien muertos después del inicio de las protestas, Nicolás Maduro sigue gobernando y ahora apoyado por la todopoderosa Asamblea Constituyente, la oposición parece replegada y herida. ¿Hubo un error de cálculo?

La lucha de estos meses buscaba el cambio político en Venezuela y luego buscaba impedir el fraude constituyente. El gobierno venezolano no basa su poder en legitimidad, que ya no tiene, ni en apoyo popular, que tampoco tiene, las grandes mayorías no lo apoyan sino que lo rechazan, ni en las instituciones democráticas, nada de eso. El gobierno de Maduro basa su fuerza en el Ejército, en la fuerza bruta y en los fusiles y apoyados en eso instalaron su Asamblea Constituyente.

Lo importante es que el fraude constituyente marca un punto de inflexión en la crisis venezolana. Ya estábamos muy mal, después del fraude constituyente, puedo asegurar que ya en Venezuela no hay salidas democrática a la crisis venezolana y que regrese la paz y la democracia a Venezuela por las vías tradicionales y por organismos democráticos y la lucha de los venezolanos en el país. Por muchos años dimos lucha porque pensamos que eso sería posible, pero esas posibilidades se fueron estrechando. Y si algo quedaba de posibilidad, eso quedó pulverizado con el fraude constituyente. Y por eso creo que es importante que sepa el pueblo venezolano, la oposición y los dirigentes y también la comunidad internacional que en Venezuela no hay salida democrática a la crisis.

Chacao

Fuente de la imagen, EPA

Pie de foto, Chacao, municipio del que Muchacho era alcalde, fue uno de los epicentros de las protestas.

La Constituyente es un punto de inflexión también para la oposición. Antes parecía tener cierta vitalidad y ahora, al menos, las protestas han disminuido. ¿A qué lo atribuye?

Muchas personas me han dicho: el gobierno de Maduro estaba acorralado. La verdad es que el gobierno de Maduro nunca estuvo acorralado, ni en peligro de caer. Las protestas como en Venezuela de más de 100 días y más de 100 muertos hubieran probablemente derribado a cualquier gobierno en América Latina. La mitad de lo que ocurrió en Venezuela hubiera sido suficiente para derribar a casi cualquier gobierno del mundo. O al menos gobiernos que funcionan bajo una lógica democrática. No es el caso de Venezuela. En Venezuela hoy no hay posibilidad de un cambio por las vías democráticas, pero tampoco hay posibilidad de un golpe de Estado. Todo apunta a que las cosas en Venezuela van a seguir como van con Maduro perpetuado en el poder. Un golpe de estado en Venezuela no va necesariamente a restituir la democracia y la libertad como queremos. Un golpe de estado no resolvería nuestros problemas. Más bien podría profundizarlos o agravarlos más.

Si la Constituyente se eligió por un mecanismo que ustedes dicen era fraudulento y ahora la oposición se está inscribiendo para participar en las elecciones regionales, con el mismo árbitro que organizó la otra elección. ¿No hay una contradicción?

Cuando uno se enfrenta a una dictadura, tiene que aprovechar cualquier oportunidad para dar la pelea. Y la oposición lo que está viendo aquí es una oportunidad para pelear con Maduro. Y cuando digo pelea no me refiero a pelea en términos políticos, sino literalmente, porque en Venezuela hacemos campaña electoral peleando: puños, patadas, piedras… y a veces con tiros, que nos disparan a nosotros, porque la oposición generalmente no está armada. Para nosotros es mejor pelear alrededor de una mesa electoral contando votos que contando balas y fusiles en las calles. Esa es la que quiere Maduro, pero la otra es la que queremos nosotros.

Muchacho

Fuente de la imagen, Getty Images

Pie de foto, Muchacho pudo ser visto en numerosas de las protestas contra el gobierno de Maduro.

¿Esa pelea para ir a las regionales, no era más lógico haberla dado para que la Constituyente se eligiera mediante el voto universal, directo y secreto, dada la perplejidad que parece cundir en parte de la oposición al ver cómo después de invocar la desobediencia civil prevista, la MUD acude a elecciones con el mismo árbitro al que responsabiliza del supuesto fraude cometido con la Constituyente?

¿Si se hubiera podido dar la pelea que planteo de cara a las regionales en la Constituyente? La respuesta es sí y de hecho se hizo. Se dio la pelea y la pelea dejó como consecuencia muertos, heridos, torturados y lesionados. Y todavía hay una persecución, hay alcaldes exiliados. Esa pelea se dio. El resultado fue muy costoso.

Pero la oposición nunca quiso participar en la Constituyente...

Hubo un rechazo de entrada al concepto de la convocatoria. Luego se vio las condiciones de la convocatoria se vio que era sencillamente inaceptable. Reconozco que si el gobierno hubiera convocado a una constituyente libre, abierta y democrática, que la hubiera perdido ampliamente, hubiera puesto en una disyuntiva a la oposición sobre participar o no. No hubiera sido fácil porque el anhelo de la oposición era y sigue siendo un cambio de gobierno y obviamente no queremos una constituyente que reforme la Constitución.

Las protestas han sido duramente reprimidas por la Guardia Nacional y la PNB.

Fuente de la imagen, Reuters

Pie de foto, Las protestas han sido duramente reprimidas por la Guardia Nacional y la PNB.

Nosotros por la fuerza no vamos a cambiar al gobierno. El problema está en crear en la gente la expectativa de que a través de esa violencia podremos derribar al gobierno. Eso no debemos volverlo a plantear. Por eso insisto en plantear que los venezolanos, al interior del país, utilizando todos los mecanismos que nos da la democracia, podamos cambiar el gobierno. No hay forma de cambiar a ese gobierno si dejamos a los venezolanos luchando solos en ese campo.

Lo peor que le podría pasar a Venezuela es que Nicolás Maduro se pueda perpetuar en el poder, no solamente instaurando una dictadura, sino perpetuando la crisis humanitaria: el hambre, la falta de medicinas. Lo segundo peor es una intervención militar, sea unilateral o sea multilateral. Ese es un tema que no estaríamos hablando si nadie más y nadie menos que el presidente de Estados Unidos dijo hace unos días que no descartaba una acción militar y yo creo que nosotros tenemos que tomarnos eso con mucha seriedad, porque eso es violencia, muertos, sangre. Pero si Venezuela y la comunidad internacional no logran una salida al problema, podemos terminar en la intervención militar o la dictadura de Maduro. Y los dos son terribles.

Venezuela lleva más de cuatro meses sumida en una ola de protestas.

Fuente de la imagen, EPA

Pie de foto, Venezuela lleva más de cuatro meses sumida en una ola de protestas.

Las opciones son una especie de callejón sin salida. Sin solución democrática, ¿qué queda? ¿La intervención militar esbozada por Trump?

Estamos en una calle ciega: un callejón sin salida. Venezuela está más que en una encrucijada en un callejón sin salida. Yo diría que todavía hay una esperanza: Europa, América, pueden hacer otras cosas si hubiera el compromiso político. Yo creo que hay algunas cosas que se pueden hacer. Maduro se mantiene en el poder por varios factores: el apoyo de las fuerzas armadas, a nivel interno, y otros externos. El principal externo es la ayuda económica y financiera que recibe. El petróleo que produce ya está hipotecado con China y Rusia para pagar deudas. Y China y Rusia probablemente están más preocupados de su situación geopolítica con Estados Unidos y la lucha de poder que cualquier otra cosa. Hace menos de dos semanas los rusos le prestaron más de US$1.000 millones a PDVSA. Hay que hacer algo respecto a eso. Hay una tercera fuente, que paradójicamente proviene de Estados Unidos. No es el gobierno de Trump, pero son empresas privadas que compran el petróleo venezolano y lo pagan de contado. Y hay que ver qué se hace con un gobierno que está utilizando ese dinero no para solucionar la crisis alimentaria, sino para regalar la gasolina o para cosas peores, como comprar armas y reprimir a los venezolanos. Mientras Maduro siga recibiendo ayuda de Rusia, China y las empresas privadas de Estados Unidos, va a seguir en el poder. Hay que hacer algo.

¿Sería partidario de un embargo petrolero a Venezuela?

Pienso que antes de pensar en una intervención militar, debería pensar en un embargo petrolero que es menos costoso en términos de vidas. Porque si te saltas las sanciones económicas y un embargo petrolero para una intervención militar, estamos empezando por el final, el peor escenario posible.

El oficialismo en Venezuela rechazó la sugerencia de Trump de una intervención militar, así como hicieron gobiernos de la región y líderes de la oposición.

Fuente de la imagen, Reuters

Pie de foto, El oficialismo en Venezuela rechazó la sugerencia de Trump de una intervención militar, así como hicieron gobiernos de la región y líderes de la oposición.

Pero un embargo petrolero sería devastador en un país que está pasando hambre, que no tiene medicinas...

Creo que sería menos devastador que la tragedia humanitaria que ya tenemos, que además está en pleno desarrollo y es indetenible. No es que Venezuela tiene un plan en seis meses o un año vamos a salir de la tragedia humanitaria. Cuando tú ves el modelo económico que está implantado en Venezuela, la tragedia humanitaria va a empeorar a medida que se vaya acabando lo poco que va quedando. Aquí no hay soluciones óptimas. Todas son subóptimas. Se trata de elegir el mal menor, la que resulte en menor sufrimiento, por eso la que menos nos gusta es la intervención militar porque es la que va a ocasionar más sufrimiento.

Ahora cualquier acción que pueda traer democracia y libertad a Venezuela y que podamos volver a tener una economía funcional y algunas cosas básicas va a ser mejor que seguir en esta agonía. No tengo ninguna duda. Lo peor que le puede pasar a Venezuela es que Maduro se perpetúe en el poder y con eso se perpetúe la crisis. Y lo segundo peor, es que tengamos una intervención militar en Venezuela.

Cuando usted plantea que no hay solución interna, que los venezolanos solos no pueden y luego habla de embargo petrolero o solución militar, de alguna manera le está dando la razón a Maduro de que se está planificando una intervención en Venezuela.

Yo creo que es absolutamente necesario que la comunidad internacional ayude a Venezuela a restablecer la democracia y la libertad. Y cuando Maduro dice 'es que la comunidad internacional está en mi contra'... es que no se pueden violar los derechos humanos de un pueblo, no se puede tratar de ser un dictador, perpetuarse en el poder, violar la Constitución y pensar que además la comunidad internacional va quedarse mirando al techo. Más bien muy pasiva ha sido la comunidad internacional.

Declaración de Lima

Fuente de la imagen, AFP

Pie de foto, En Lima, 12 países de la región expresaron su rechazo a la Constituyente impulsada por el gobierno de Nicolás Maduro.

Es hora de que los gobiernos de Latinoamérica, de que los organismos multilaterales, Europa, Naciones Unidas digan necesitamos un plan de acción en Venezuela. Hay cosas que hacer en Venezuela y sí, necesitamos ayuda de fuera para cambiar el gobierno. Lo otro es dejar al gobierno para siempre. Y sí, los venezolanos solos no podemos cambiar al gobierno de Maduro.

Le pone muy alta la vara a la comunidad internacional cuando dice que quiere que los gobierno democráticos presenten un plan, pero que no incluya acciones que ya se han intentado antes. ¿Más allá de la intervención militar, qué otras opciones...?

Si al final en Venezuela se produce una intervención militar quedará en la conciencia de líderes latinoamericanos y del mundo democrático la pregunta y la duda de si hubieran podido hacer algo para evitarlo. Es posible que eso termine ocurriendo. No sería inédito. En todo caso, yo espero que no ocurra. Lo otro es que demos el caso de Venezuela por perdido y digamos: Venezuela es la nueva Cuba. Es decir, nosotros estamos como Cuba en los años 60 y 70. El caso de Venezuela lo asumimos como un caso regional, que no es solo de los venezolanos, sino de toda la región o a va ser un cáncer que va a seguir creciendo y con peligro de expandirse. El peligro de que este cáncer que se llama castro-comunismo se expanda por la región está ahí. En México hay peligro de que eso ocurra. El comunismo es devastador, acabó con media Europa en su momento. Pero su variante más peligrosa es el castro-comunismo, es la cepa más dura de esa enfermedad. Los cubanos no pudieron desmontarlo, en Venezuela no vamos a poder desmontarlo sin la ayuda de fuera.