El día que Kim Jong-il me regaló un Rolex

  • Redacción
  • BBC Mundo
Kim Jong-il

Fuente de la imagen, Reuters

Pie de foto, Trabajar para el fallecido líder le garantizaba a Jang Jin-sung múltiples beneficios.

A diferencia de muchos en Corea del Norte, el poeta Jang Jin-sung tenía una vida relativamente confortable.

Como miembro del Departamento de Propaganda del gobierno, escribió poemas épicos en honor del "querido líder", Kim Jong-il. Sus versos le proporcionaron un estilo de vida muy distinto al del resto de la población. Sin embargo, a pesar de los favores que recibía por su labor, Jing-sung se fue desilusionando con el régimen y decidió desertar. Primero huyó a China y de allí viajó a Corea del Sur, donde vive actualmente.

Jin-sung conversó con el programa Outlook de la BBC sobre su experiencia en Corea del Norte y las razones que lo empujaron a abandonar su país.

"Escribía mis poemas con un nombre ficticio, haciéndome pasar por un poeta popular del sur. Escribí sobre la unificación y también obras épicas glorificando a Kim Jong-il. Mis textos se publicaron en repetidas oportunidades en los principales diarios del norte.

A Kim Jong-il lo vi dos veces. La primera vez me sentí abrumado, fue muy emocionante. Pero a la vez, por la imagen que nos inculcaron de él, había algo que no me cerraba. Siempre se hablaba sobre su grandeza. Él era como un dios. Pero cuando lo vi en persona, me pareció que era más bien individualista, incluso un poco egoísta, y me desilusionó.

Cuando lo vi, me dieron un reloj Rolex de regalo. Más tarde, al ir al sur, vi el mismo reloj en una tienda por US$11.000. En ese momento pensé: a pesar de que la gente se está muriendo de hambre, él está usando regalos para comprar la lealtad en sus círculos más íntimos.

Kim Jong-il me invitó a cenar y me sugirió vernos con más frecuencia durante los feriados. Él les pidió a sus asistentes que se ocuparan de mí y, a partir de entonces, empecé a recibir un tratamiento especial. Me daban raciones especiales y comencé a disfrutar de la clase de beneficios a los que no tienen acceso los ciudadanos de a pie.

La mayoría de la gente vive de día en día, yo fui muy afortunado en recibir raciones. En los años 1990, al menos tres millones de personas murieron de hambre. Lo vi con mis propios ojos.

Vi como vivían una vida totalmente diferente a la de las clases superiores. Me di cuenta de que Corea del Norte era el país más pobre del mundo, gobernado por el rey más rico de todos y por eso empecé, mientras estaba allí, a escribir poemas críticos del régimen.

En momentos en que la gente se estaba muriendo de hambre, él gastó millones de dólares en la construcción del mausoleo. Eso deja ver lo equivocadas que eran sus prioridades".

Huida

"Cuando trabajaba en el Departamento de Propaganda, teníamos que estudiar cómo pensaba la gente del sur. Por eso, teníamos acceso a libros de Corea del Sur. Así empecé a comparar los dos sistemas y me di cuenta de las desventajas nuestro régimen. Empecé a circular estos libros entre mis amigos que no trabajaban en mi oficina y la agencia de espionaje se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Me iban a acusar de traición. Todo se empezó a complicar demasiado y decidí que era tiempo de irme.

Gracias a mi trabajo tenía un pase especial que me servía para viajar a la frontera con China. También gozaba de otras prerrogativas que me facilitaban los viajes dentro de Corea del Norte. Crucé la frontera con un amigo bajo mi propio riesgo, no tenía alternativa. Pasé un mes en China y luego conocí a un grupo de gente que me ayudó a cruzar a Corea del Sur y finalmente llegué a Seúl.

No le pude avisar a mi familia que me iba porque no quería que sufrieran ni se pusieran tristes. Debo decir que esta clase de separación es un pecado que tenía que cometer.

Creo que la madre patria no es el lugar donde has nacido sino el lugar donde quieres ir a morir. Arriesgué mi vida y sufrí grandes privaciones en pos de la libertad y la democracia.

Yo creo que el nuevo líder, Kim Jong-un, no tuvo la misma preparación antes de llegar al poder que su padre. Por eso creo que su liderazgo, eventualmente, se resquebrajará y que la democracia y los derechos humanos en Corea del Norte están ahora más cerca que antes".