Un certificado de salud mental para casarse en Perú

Son tantas las mujeres peruanas víctimas de su pareja o expareja, que los municipios del país están dispuestos a exigir un certificado de salud mental en futuros matrimonios.

La iniciativa de la Secretaría Nacional de Juventud (Senaju) consiste en someter a una evaluación psicológica a los futuros esposos de cara a detectar inmadurez, tendencia a la violencia o incluso psicopatías que pudieran poner en riesgo la convivencia en pareja.

"No sólo servirá para evitar muertes, sino para establecer que el matrimonio exige salud mental y respeto en una sociedad tan violenta como la peruana", le dijo a BBC Mundo Mabel Magallanes, del Colegio de Psicólogos de Lima.

Afirmación con la que discrepa Clarisa Ocaña, psicóloga de la organización feminista Demus, que en conversación con BBC Mundo aseguró que "la violencia contra las mujeres no tiene que ver con un trastorno psicológico del hombre, sino con patrones de comportamiento machistas".

Requisito no indispensable

El Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público calcula que, entre 2009 y marzo de este año, 385 mujeres fueron víctimas de "feminicidio", es decir, muerte violenta por razón de género.

Según esa institución, hasta en el 70% de los casos, los responsables fueron las parejas o exparejas de las mujeres.

El Senaju se propone enfrentar el problema exigiendo a los futuros maridos que pasen por un control psicológico.

En la institución aseguran que ya cuentan con el parecer favorable de la Asamblea de Municipalidades de Perú (AMPE), para que en un futuro próximo pueda ser incorporado como obligatorio.

Sin embargo, de momento, la iniciativa está en trámite y los impulsores esperan que, si supera por todos los pasos necesarios, empiece a aplicarse en menos tiempo de lo que suele tardar una ley que necesita ser aprobada por el parlamento.

El secretario nacional de la Juventud, René Galarreta, aclaró que el certificado de salud mental "no será ningún impedimento para contraer nupcias".

"Por el contrario, si alguno tiene problemas o trastornos psicológicos, estoy seguro de que por el amor que se tienen y el proyecto de tener hijos, desarrollarán una terapia psicológica y se casarán", dijo Galarreta.

Según Magallanes, se trataría "una evaluación psicológica sobre la personalidad para conocer el perfil de los individuos y los rasgos de madurez".

"Si uno es inmaduro, sufre de bajo control de impulsos o presenta tendencia a la violencia, se pone a la pareja sobre aviso. Es decir, se busca descubrir los conflictos, prevenirlos y establecer pautas para evitar la violencia", explicó la psicóloga.

"Si hay presencia de elementos psicopáticos, entonces requerirá un mayor estudio y ser derivado a un psiquiatra".

Sin embargo, en Demus creen que se trata de una forma equivocada de afrontar el problema de la violencia machista.

"Hay una tendencia a la promoción de la iniciativa como la de la 'familia sana' que invisibiliza la cuestión de fondo de las relaciones de género", afirmó Ocaña.

La psicóloga considera que "lleva la atención de la cuestión de la violencia a los 'trastornos mentales', cosa que no es cierta y desvía la mirada lejos de la cuestión real de las estructuras de poder que legitiman el machismo y la violencia".

"La iniciativa no ataca el problema de fondo. La información sobre el perfil psicológico de la pareja no va a impedir que continúe la violencia", señala.