Piñera vende su canal de TV a Time Warner

  • Verónica Smink
  • BBC Mundo, Cono Sur
Sebastián Piñera, presidente de Chile.
Pie de foto, Las participaciones de Piñera en empresas privadas han sido duramente criticadas.

Cinco meses después de asumir la presidencia de Chile, el ex empresario Sebastián Piñera vendió las acciones que poseía en el canal Chilevisión (CHV) al grupo estadounidense Time Warner.

Así lo informó este miércoles la sociedad que administra el patrimonio del mandatario, Bancard Inversiones. En un comunicado, Louise Sams, la presidenta de Turner Broadcasting System (TBS) –división de Time Warner- señaló que "Chilevisión es un canal muy bien administrado e históricamente ha tenido excelentes resultados en audiencia, ratings y participación en el mercado publicitario, así como en rentabilidad".

Se desconoce cuánto pagará el grupo de medios estadounidense por la operación, que aún debe ser aprobada por los entes reguladores en Chile para seguir adelante.

Sin embargo los analistas de mercado estiman que la transacción podría alcanzar los US$150 millones. Chilevisión será operado por Turner Broadcasting System Latin America, que se comprometió a mantener al equipo ejecutivo de la televisora.

Conflicto de intereses

Se trata de la primera operación en la televisión abierta de América Latina de Time Warner, propietario de los canales de cable CNN, TNT y Warner Channel, entre otros. De concretarse el traspaso, CHV se convertirá en el segundo canal abierto chileno en manos extranjeras, después de la venta de La Red a un holding mexicano.

La venta de CHV pondría fin a una de las principales polémicas que surgieron en torno al presidente chileno. Los críticos del mandatario lo habían acusado de tener un conflicto de intereses al ser dueño de uno de los principales canales de televisión de Chile. Piñera, uno de los hombres más acaudalados del país sudamericano, compró el canal en 2005 por cerca de US$24 millones e invirtió otros US$20 millones durante los últimos cinco años, según informó la prensa local. Una de sus promesas de campaña había sido deshacerse de ése y otros de sus principales emprendimientos, para, justamente, evitar que lo cuestionen por mezclar política y negocios. A fines de marzo, el líder chileno concretó la venta de sus acciones en la aerolínea LAN, en la que poseía el 26% de la empresa. Según lo que afirmó pocos días atrás, la "venta prematura" de la aerolínea le habría costado unos US$700 millones. Lea también: Presidente chileno Sebastián Piñera "pierde millones" por venta de LAN No obstante, muchos –incluso dentro de su propia coalición- criticaron al mandatario por no haber realizado esa operación antes.

Descongelamiento

Avión de la aerolínea LAN
Pie de foto, Piñera también vendió recientemente sus acciones en la aerolínea LAN.

El anuncio de la venta de CHV fue recibida con beneplácito por algunos miembros de la oposición. Los senadores Jorge Pizarro e Ignacio Walker, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), señalaron que la transacción podría permitir avanzar en algunas decisiones referentes a la televisión que habían sido pospuestas por el presunto conflicto de interés que suponía el control de CHV por parte del presidente. El Senado chileno había congelado algunos nombramientos en el Consejo Nacional de Televisión y se había rehusado a conversar sobre el futuro de la televisión digital en el país, en tanto el canal siguiera en manos del mandatario.

Colo Colo

A pesar de saludar el traspaso, los legisladores instaron a que Piñera se desligue del último de los negocios que lo hicieron famoso: su participación del 14% en el club de fútbol Colo Colo. Hasta ahora el jefe de Estado se ha mostrado reacio a deshacerse de esas acciones.

Piñera es el segundo accionista individual del club. El principal es su consuegro, el empresario chileno Hernán Levy, quien este martes compró las acciones que estaban en manos del subsecretario de Deportes de la nación, Gabriel Ruiz-Tagle, que representan casi el 25% de la empresa. Ruiz-Tagle se desprendió de sus acciones luego de que un organismo contralor del Estado determinara que existía un conflicto de intereses. Sin embargo, dicho organismo no cuestionó las acciones que están en manos del presidente.