Los Balcanes, nueva puerta de la cocaína latinoamericana a Europa

  • Inder Bugarin
  • BBC Mundo, Bruselas
Cocaína incautada en Francia
Pie de foto, Las autoridades europeas estiman que está entrando más cocaína a Europa a través de los Balcanes.

Los grupos delictivos latinoamericanos dedicados al tráfico de la cocaína han encontrado en la región de los Balcanes una nueva ruta para introducir la droga en Europa. Tal es la conclusión tanto de la Policía Europea (Europol) como del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT).

"Estamos observando que la ruta de los Balcanes está desempeñando un papel cada vez mayor en el tráfico de cocaína de Latinoamérica hacia la Unión Europea (UE)", le dijo a BBC Mundo, Wolfgang Götz, Director del OEDT.

"Es importante que esta nueva tendencia sea considerada en las prioridades nacionales de lucha contra la delincuencia y el tráfico", precisó Götz.

Según una investigación conjunta realizada por los dos organismos europeos, la apertura de la plaza de los Balcanes podría ser una respuesta al reforzamiento de los controles antinarcóticos en la península ibérica.

También podría ser consecuencia de la liberalización comercial de la zona de los Balcanes, la cercanía de la región a la UE y la presencia de redes de delincuencia locales que operan a escala trasnacional.

Sindicatos delictivos

Europol afirma que detrás del tráfico estarían bandas de Colombia, Argentina, Bolivia, Brasil, Perú y Venezuela en colaboración con grupos delictivos presentes en la región balcánica.

La participación con las agrupaciones locales facilitaría el acceso a una infraestructura de contrabando preestablecida, en la que circula no sólo droga sino también tabaco ilícito y personas víctimas de la trata.

La droga llegaría a los Balcanes principalmente en contenedores, y el territorio de Albania -el país más pobre de Europa- sería utilizado para almacenar la cocaína.

Una vez introducida en la región, la cocaína aparentemente es distribuida a otros países europeos, principalmente Alemania, Dinamarca, Austria y las naciones escandinavas.

Evidencias

Para las autoridades encargadas de proporcionar una mejor comprensión de la dimensión del problema de la droga en Europa, los importantes golpes al narco realizados en los últimos años son evidencia de la importancia que está adquiriendo la ruta de los Balcanes.

Por ejemplo, en agosto de 2009 las fuerzas de seguridad griegas en El Pireo decomisaron 450 kilos de cocaína oculta en un cargamento de chatarra.

Un mes antes, las autoridades en Bulgaria asestaron un duro golpe al narcotráfico en Varna, al interceptar 100 kilos de cocaína oculta en 1.020 botellas, que venía mezclada con vino procedente de Santa Cruz, Bolivia.

En enero del mismo año, en Constanza, Rumanía, fueron confiscadas 1,2 toneladas de cocaína en el interior de un cargamento de madera procedente de Paranagua, Brasil, donde posteriormente las investigaciones condujeron al decomiso adicional de 3,8 toneladas.

"Ello sugiere una diversificación de las rutas de tráfico y muestra una expansión hacia el este del tráfico de cocaína en Europa", sostiene el más reciente informe sobre el problema del consumo y tráfico de cocaína en Europa en el contexto mundial.

Preocupación adicional

Wolfgang Götz
Pie de foto, A Götz le preocupa el surgimiento de un mercado de cocaína en países hasta ahora no afectados.

A Wolfgang Götz no sólo le preocupa la expansión hacia el este del tráfico de cocaína, sino que ello podría contribuir en el futuro a la creación de un mercado de consumo en países que hasta el momento no se han visto afectados.

En ninguna nación de los Balcanes la prevalencia del consumo de cocaína es actualmente superior a la media europea: se estima que 4,1% de las personas entre 15 y 64 años la ha usado al menos una vez en la vida.

Rumania y Grecia se destacan entre los países con el consumo más bajo de la UE, con 0,1% y 0,7% respectivamente.

Los índices más elevados se registran en el Reino Unido, España, Italia e Irlanda, con una tasa que va del 9,4% al 5,3%.

Según el OEDT, existe un posible vínculo entre la oferta y la demanda de cocaína, pues países como España, Irlanda y Reino Unido no sólo registran incautaciones por encima de la media de la UE, sino también mayores índices de consumo.