"Evangelizar" policías, arma de Honduras contra el crimen

  • Alberto Nájar
  • BBC Mundo
Policía de Honduras

Fuente de la imagen, AFP

Pie de foto, Honduras vive una intensa ola de inseguridad y violencia.

Honduras vive una severa crisis de inseguridad por el crimen organizado, tráfico de drogas e impunidad. Y para frenar esta ola de violencia, el gobierno se juega una última carta: evangelizar a los policías.

Una tarea nada fácil. Académicos y organizaciones civiles denuncian que la Policía Nacional (PN) ha cometido abusos graves contra los ciudadanos. Además, miembros de las fuerzas de seguridad son acusados de cometer actos de corrupción. A algunos se les vincula con la delincuencia organizada.

En este escenario, apartar a la corporación del camino del mal será una verdadera cruzada, le dice a BBC Mundo el obispo católico Rómulo Emiliani, responsable del proyecto.

"Es vox populi que miembros de la policía hondureña están vinculados con el crimen organizado y otro tipo de delincuencia, eso está comprobado", explica.

"Algunos policías se han prestado a ser sicarios en sus tiempos libres, para secuestros o robo de autos. Existe esa vinculación comprobada y aceptada por los mismos jefes de la policía hondureña".

Valores espirituales

El presidente Porfirio Lobo tomó la decisión de evangelizar a la Policía Nacional después de una serie de críticas por la muerte de dos jóvenes, presuntamente asesinados en octubre pasado por miembros de la corporación.

Una de las víctimas era hijo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos. Con este crimen, las fuerzas de seguridad se colocaron de nuevo en el centro del debate.

A partir del golpe de estado de 2009, la PN fue acusada por organismos internacionales de cometer violaciones a los derechos humanos. Desde que Lobo asumió la presidencia, en enero de 2010, uno de los principales reclamos fue depurar a las fuerzas policíacas.

La demanda se repitió tras el asesinato de los jóvenes. El presidente Lobo despidió a algunos mandos de la PN, pero luego decidió ir más allá y solicitó a Emiliani, obispo auxiliar en la Diócesis de San Pedro Sula, que evangelizara a los policías.

Coralia Rivera, viceministra de Seguridad, afirma que la intención es que, a través del fortalecimiento espiritual, los miembros de la PN recuerden su verdadera misión.

"Entendemos que parte del problema social por el comportamiento de algunos individuos de la institución es el resquebrajamiento de valores", dice a BBC Mundo. "Queremos ver si de esa forma y otros controles que se apliquen, logramos generar un cambio en la conducta y convivencia de la policía con la sociedad".

Corrupción

La evangelización de la Policía Nacional iniciará en febrero próximo, después que el Ministerio de Seguridad autorice el plan del obispo Emiliani.

El objetivo principal es que los policías recuperen su identidad, y entiendan el valor de su misión: defender la vida y bienes de los hondureños.

La idea es fomentar valores morales sin enfocarse en religión alguna, pues los miembros de la PN tienen creencias distintas.

"Hay que renovar la visión de la vida, que es sagrada, con valores como la honestidad, el amor a la verdad y ser insobornables", explica el sacerdote.

"Vivimos en un país muy golpeado por la corrupción, ha llegado a muchos estamentos de la sociedad hondureña".

Más que rezos

¿Las oraciones y fo fomento espiritual son suficientes para que la policía combata eficazmente al crimen?

No, reconoce la viceministra Rivera, y por eso además de la evangelización las autoridades pretenden aplicar otras estrategias.

El Ministerio de Seguridad ofrecerá cursos sobre derechos humanos, y más capacitación en técnicas contra la delincuencia.

Pero hay otras acciones necesarias, insiste el obispo, como combatir el alto índice de impunidad que hay en el país.

De acuerdo con la UNAH, en 2011 se cometieron más de 6.000 asesinatos, y la mayoría no se ha aclarado.

Hay, además, una creciente presencia de carteles de narcotráfico que aprovechan las zonas sin vigilancia de radar para aterrizar avionetas cargadas con droga, afirma el sacerdote.

Así, no parecen muchas las probabilidades de éxito para iglesias y autoridades.

"Humanamente es difícil, pero tenemos fe y esperanza de que algo haremos", confiesa Emiliani. "Lógicamente no se podrá hacer todo".